Ø Descubrir la zona donde se encuentra la lesión para poder hacer una valoración de la herida y tipo de hemorragia.
Ø Para controlar la hemorragia, podremos llevar a cabo distintas actuaciones según las características de ésta y el lugar donde se localice su origen:
Presión directa. Para controlar cualquier hemorragia activa es necesario aplicar presión directa y fuerte con la parte plana de los dedos sobre un apósito estéril o una tela limpia, aplicando más presión si no se detiene. El apósito puede ser cubierto por un vendaje compresivo. Si éste se satura, se aplicarán encima más apósitos y un nuevo vendaje.
Elevación del miembro. Si la hemorragia se encuentra en una de las extremidades, el miembro afecto se elevará por encima del corazón para disminuir la presión en la zona.
Presión directa sobre la arteria. Si todavía continúa la hemorragia activa, se podrá aplicar compresión sobre la arteria principal del miembro afectado, presionando ésta con la yema de los dedos o la mano sobre el hueso subyacente. Si el miembro afectado es el superior, se comprimirá la arteria braquial, situada en la cara interna del tercio medio del brazo. En el caso del miembro inferior, se aplicará la compresión en la arteria femoral colocando la palma de la mano en la parte media del pliegue de la ingle. Esta técnica reduce la circulación de todo el miembro; no sólo en la zona de la herida.
Torniquete. La utilización de torniquetes está contraindicada, ya que su uso puede provocar lesiones secundarias por isquemia (o falta de riego sanguíneo) de la zona distal por falta de circulación. Su uso debe reservarse para amputaciones en las que, no siendo posible detener la hemorragia de ninguna manera, exista riesgo de exanguinación o desangramiento.
Un torniquete podrá ser colocado fuera del hospital pero nunca se podrá retirar fuera del mismo, aunque la hemorragia haya cesado. Los profesionales médicos que atienden al paciente deberán ser perfectamente informados de la hora en que el torniquete se colocó.
MUY IMPORTANTE.
Antes de iniciar la atención a un paciente con hemorragia, es IMPORTANTE que el profesional se coloque guantes como medida de precaución.
Como profesionales debemos tener en cuenta…
Los síntomas y signos de un shock hipovolémico, que puede ser producido por una hemorragia importante, ya sea ésta externa o interna, pueden ser: confusión o disminución de consciencia, piel fría y sudoración húmeda, palidez, debilidad, respiración rápida, taquicardia con hipotensión e hipotermia.
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