è “A” - Apertura de las vías aéreas para que se mantengan permeables.
è “B” - Boca-boca, para proporcionar un soporte a la respiración.
è “C” - Circulación o masaje cardíaco manual.
è “D” - Desfibrilar.
Según la SEMICYUC, las maniobras de RCP unidas a la desfibrilación en los primeros 3 a 5 minutos tras la PCR logran unas tasas de supervivencia muy elevadas (entre el 49 y el 75%). Sin embargo, la no aplicación inmediata de la desfibrilación tiene graves consecuencias, ya que cada minuto de retraso reduce la probabilidad de supervivencia en un 10-15%.
" Secuencia de SVB en adultos.
A continuación, se expone la secuencia de SVB en adultos, elaborada a partir de las recomendaciones de la SEMICYUC (Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias), que es la siguiente:
è 1.Valoración del estado de consciencia. Actuación.
Antes de ayudar a nadie es necesario asegurar la escena, evitando riesgos para el paciente y también para el reanimador.
Inicialmente se comprueba el nivel de consciencia. El reanimador se aproxima y habla al paciente. Le pregunta “¿Cómo está?” “¿Qué le ha ocurrido?”
Si no responde, se insistirá elevando más la voz (incluso gritando) y sacudiéndole los hombros. Si responde y las respuestas son incoherentes, estaremos ante un estado de conciencia alterado y, posiblemente, ante una persona en grave riesgo.
Por tanto, el reanimador se puede encontrar dos situaciones, debiendo actuar de forma diferente ante cada una de ellas:
El paciente está consciente y responde. En este caso, el reanimador deberá:
¬ Dejar al paciente en la posición en la que la que se le encontró SIN moverle.
¬ Alertar al servicio de urgencias.
Se reevaluará la situación frecuentemente.
El paciente no está consciente (no responde). En este caso el reanimador deberá:
1. Pedir ayuda y alertar al servicio de urgencias.
2. Realizar la apertura de la vía aérea (boca, faringe, laringe, tráquea y
pulmones) para garantizar que el paciente pueda respirar. Se trata de mantener la permeabilidad de las vías respiratorias, para lo que se pondrá en práctica la maniobra frente-mentón.
En la maniobra frente-mentón se coloca al paciente en decúbito supino (boca arriba, con la espalda apoyada sobre plano horizontal y con los miembros extendidos) apoyando una mano sobre la frente para echar la cabeza hacia atrás, hiperextendiendo el cuello y, con el dedo índice y medio o corazón de la otra mano, se eleva el mentón para abrir la vía aérea.
Esta maniobra EN NINGÚN CASO se realizará cuando haya sospecha de que pueda existir traumatismo con afectación de columna.
En este caso, sólo realizaremos tracción de mandíbula, para lo que empujaremos suavemente la mandíbula hacia abajo para favorecer la permeabilidad de las vías aéreas; NO se realizará tracción alguna sobre la frente.MUY IMPORTANTE
NUNCA se realizará la maniobra frente-mentón cuando se sospeche que puede existir traumatismo con afectación de columna.
En este caso, solamente se realizará tracción de mandíbula.
è 2. Valoración de la ventilación y de la actividad cardíaca. Actuaciones.
Manteniendo la maniobra frente-mentón, se comprueba durante unos 10 segundos si el paciente espira, intentando no confundir las bocanadas o respiración agónica con una respiración efectiva.
Para dicha comprobación, el reanimador debe aproximar la mejilla a la boca del paciente para ver, oír y sentir:
ü . Ver cómo se eleva el tórax.
ü . Oír la salida del aire.
ü .Sentir en la mejilla el aire espirado.
En este momento, el reanimador se puede encontrar ante distintas situaciones. Según cada una de ellas, deberá actuar de forma distinta.
El paciente respira pero está inconsciente. Se actuará de la siguiente forma:
¬ Colocar al paciente en posición lateral de seguridad.
¬ Pedir ayuda a los servicios de urgencias.
¬ Controlar la respiración de manera frecuente.
Para colocar al paciente en posición de seguridad, se seguirán los siguientes pasos:
Retirar todos los objetos que puedan causar lesión a la persona que está siendo atendida (ej. gafas).
El reanimador se colocará de rodillas al lado del paciente, que estará en decúbito supino con las extremidades en extensión y alineadas.
Colocar el brazo del paciente más próximo al reanimador en ángulo recto al cuerpo, con el codo doblado también a 90º y la palma hacia arriba.
Cruzar el otro brazo del paciente sobre el pecho, poniendo la palma de su mano sobre el hombro contrario.
Flexionar la pierna del paciente que se encuentre más alejada del reanimador, apoyando el pie en el suelo.
Colocar una mano en la rodilla recién flexionada del paciente y otra en su hombro más alejado, volteando al paciente hacia el reanimador, sobre un eje que pasaría por su columna.
Poner la mano del paciente bajo su mejilla a modo de almohada.
Colocar la pierna superior del paciente de tal forma que tanto la cadera como la rodilla queden el ángulo recto.
Comprobar que la cabeza del paciente queda ligeramente hacia atrás, para mantener la vía aérea permeable.
Si el paciente no respira
è Pedir ayuda y llamar a los servicios de emergencias.
è El reanimador debe comenzar la RCP cuando verifique que la víctima está inconsciente (no responde a la llamada) y no objetive una «respiración normal», sin necesidad de comprobar la existencia o no de pulso.
Para aclarar este punto, nos referiremos al hecho de que se ha demostrado que la detección del pulso por personal no profesional es inexacta, pudiendo llegar a retrasar el inicio de la RCP (que siempre debe comenzar por las compresiones y no por las ventilaciones) ante las dudas que pudieran surgir al reanimador por su falta de conocimientos y experiencia. Así, se actuará de la siguiente forma:
¬ Colocar al paciente en decúbito supino sobre superficie lisa y dura.
¬ La persona que esté haciendo la reanimación se situará de rodillas junto al paciente, descubriendo el tórax y colocando el talón de una mano en el centro del pecho sobre el tercio inferior del esternón.
¬ El talón de la otra mano debe situarse sobre la mano ya colocada, entrecruzando los dedos de ambas, para realizar la compresión exclusivamente sobre los talones.
¬ Posteriormente, el reanimador debe situarse en la vertical del paciente con los brazos estirados, presionando sobre el esternón para hundirlo unos 4 ó 5 cm, utilizando para ello su propio peso. Entre las compresiones, el reanimador debe relajar su cuerpo sin perder el contacto con el pecho del paciente.
¬ El ritmo debe ser de 100 compresiones/minuto.
¬ Cada 30 compresiones, se deben realizar 2 ventilaciones efectivas (secuencia 30:2) de la siguiente manera:
§ Comprobar que el paciente no tiene ningún cuerpo extraño en la boca. Si tuviese prótesis dental, retirarla.
§ Para realizar la respiración boca-boca, se comienza con la apertura de la vía aérea con la maniobra frente-mentón, manteniendo el mentón elevado y la boca abierta y colocando el dedo pulgar e índice de la mano apoyada en la frente a modo de pinza en la nariz.
§ Inspirar profundamente y rodear con los labios la boca del paciente, evitando fugas con un correcto sellado. Previamente, se debe colocar el dispositivo barrera (mascarilla que cuenta con un pequeño filtro) si se dispone de éste.
§ El reanimador debe soplar el aire en la boca del paciente, mirando el pecho de reojo para comprobar que se eleva. La insuflación debe durar 1 segundo aproximadamente, como una respiración normal.
§ Si la ventilación no es efectiva, hay que comprobar de nuevo la boca en busca de cuerpos extraños, asegurar la correcta realización de la maniobra frente-mentón, sin olvidar la pinza en la nariz con los dedos, y el sellado boca-boca.
§ Manteniendo siempre la maniobra frente-mentón, se debe dejar que el aire introducido salga pasivamente, mientras que el reanimador inspira de nuevo para realizar una nueva ventilación. Se continuará con las compresiones y ventilaciones en secuencia de 30:2.
§ Reevaluar al paciente sólo si comienza a respirar o moverse.
¬ Si se dispone de DESA (Desfibrilador Externo Semiautomático), se recomienda la colocación de los parches autoadhesivos siguiendo las indicaciones impresas en el propio aparato.
Se recomienda continuar la RCP o reanimación cardiopulmonar, hasta que lleguen los servicios de emergencia o el paciente se recupere.
MUY IMPORTANTE
Si existen dudas sobre si la respiración es normal o no, se debe actuar como si NO lo fuera. Si hay más de un reanimador, es conveniente que se vayan alternando para evitar la fatiga.
Si el paciente hubiese sufrido un traumatismo o una contusión NUNCA se le moverá, ni siquiera para colocarle en posición de seguridad.
Se procederá a avisar inmediatamente a los servicios de emergencia.
Los procedimientos a aplicar para el SVB deberían ser conocidos por toda la población; especialmente por los profesionales que, sin ser sanitarios, podrían encontrarse con cierta probabilidad ante personas que requirieran de esta asistencia, como policías, bomberos, o trabajadores de centros asistenciales.
" El desfibrilador semiautomático externo (DESA)
En muchos lugares (aeropuertos, gimnasios, lugares de trabajo,…) se dispone ya de un desfibrilador externo semiautomático (DESA), el cual puede ser utilizado por personal no sanitario que, eso sí, deberá recibir formación para aprender su manejo. Además, el DESA suele dar de forma hablada las instrucciones a seguir para su utilización una vez se halle conectado.
Con el DESA, normalmente, se pueden realizar las siguientes actuaciones:
-Medir el ritmo cardiaco.
-Proporcionar una descarga al paciente si es necesario.
-Recibir instrucciones habladas sobre lo que la persona que aplica la desfibrilación debe hacer.
Pasos a seguir para la correcta utilización del DESA.
Ante una parada cardíaca, deberemos actuar según los siguientes pasos que detallamos:
- De forma inmediata, y antes de cualquier otra actuación, se alertará al sistema médico de emergencia llamando al 112 o al número local de emergencias.
- A continuación, y sin perder tiempo, se iniciarán las compresiones torácicas alternando con las ventilaciones, en secuencia 30:2 (30 compresiones - 2 ventilaciones).
- Si el paciente está inconsciente y no respira, conectaremos el DESA y seguiremos las instrucciones que el aparato nos irá transmitiendo de forma hablada.
- Colocaremos los parches autoadhesivos directamente sobre el pecho de la persona en contacto directo con la piel seca (si el paciente lleva ropa, se la retiraremos; si el tórax está mojado, lo secaremos). Uno de los parches se colocará bajo la clavícula derecha; el otro, en el costado izquierdo a unos 10 cm por debajo de la axila.
- El DESA comenzará por analizar el ritmo cardiaco del anomalía, dará la instrucción de presionar el botón para administrar una descarga.
- El DESA procederá a una nueva valoración del ritmo cardíaco. Por su parte, el reanimador iniciará de nuevo las maniobras de RCP.
Precauciones para la correcta utilización del DESA.
Para la correcta utilización del DESA deberemos observar las siguientes PRECAUCIONES:
- Antes de realizar la descarga, el reanimador se asegurará de que ninguna persona esté en contacto con el paciente.
- El paciente no está en contacto con nada metálico.
- Mientras el DESA está analizando el ritmo cardíaco o va a desfibrilar nadie debe estar tocando al paciente.
- Si el paciente posee parche de medicación, debe ser retirado.
- Si el paciente es portador de un marcapasos o desfibrilador interno, colocar el electrodo a 10 cm de distancia de dicho dispositivo.
Restricciones al uso de DESA por parte de personas no acreditadas.
Es importante tener en cuenta que existe una normativa que regula el uso de los DESA por parte de personas que NO pertenezcan al colectivo médico. Esta normativa, en Andalucía, se recoge en el Decreto 200/2001, de 11 de septiembre, el cual establece en su artículo 3 quiénes podrán utilizar el DESA, que serán sólo las personas que “hayan superado la formación inicial en Reanimación Cardiopulmonar Básica y uso del Desfibrilador Semiautomático Externo y tengan actualizados sus conocimientos mediante la correspondiente formación continuada”; esta restricción incluye al “personal de enfermería, el personal técnico de emergencias sanitarias, el personal técnico de transporte sanitario, los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad y los miembros de los parques de bomberos” (art. 3). Esta normativa también establece el procedimiento que deberán seguir las personas interesadas para conseguir la acreditación que les permita el uso de este aparato (art. 4).
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