domingo, 15 de mayo de 2011

Sondaje Vesical

Sondaje vesical.

El sondaje vesical consiste en la comunicación de la vejiga con el exterior a través de una sonda para permitir la salida de orina. Siempre ha de ser indicado por el personal médico. Además, a veces, habrá de ser realizado mediante técnica quirúrgica por el urólogo.

       Se requiere en diversas situaciones: 

          -Obstrucción a la salida de orina: estrechez uretral por radiación, fibrosis, hipertrofia prostática u otras
           causas.    

        -Postoperatorios. 

        -Recogida estéril de muestras de orina.

        -Medición de diuresis.  

        -Realización de lavados vesicales. 

        -Para evitar complicaciones de la incontinencia urinaria: infección de UPP, etc. 

Puede  ser  temporal  o  permanente,  siendo  bastante  común  entre  los  pacientes ingresados, sobre todo en la población geriátrica.

Constituye el principal factor de riesgo para la infección del tracto urinario (ITU) y su uso prolongado puede ocasionar que, al ser retirada la sonda, el paciente presente trastornos en la evacuación urinaria. 

El mecanismo de infección urinaria relacionado con la sonda puede ser variado: contaminación en el momento del sondaje por gérmenes de la zona perineal, a través de las manos del personal sanitario, migración de los gérmenes por la luz de la sonda, etc.

Procedimiento de sondaje vesical


Material necesario. 

-Guantes estériles. 

-Paño estéril. 

-Povidona yodada. 

-Lubricante hidrosoluble. 

-Pinzas. 

-Jeringa de 20 cc. 

-Agua destilada o suero fisiológico estéril. 

-Bolsa colectora, preferiblemente de sistema cerrado. 

-Soporte para bolsa colectora. 

-Paquete de gasas. 

-Jeringa de 50 cc.


Técnica en varones.

-Informar al paciente del procedimiento a realizar. 

-Mantener su intimidad durante el sondaje pidiendo a los eventuales familiares que salgan de la estancia y aislándolo del resto de los pacientes que hubiere en la habitación con un biombo. 

-Colocar al paciente en decúbito supino (boca-arriba). 

-Lavar los genitales externos retrayendo el prepucio y aplicar providona yodada sobre la uretra.

-Lubricar la uretra con lubrificante urológico y esperar unos instantes.

-Cambiarnos de guantes y colocar el paño estéril. 

-Comprobar el buen funcionamiento del globo de la sonda inyectando 10 cc de aire y desinflándolo luego. 

-Colocar el pene en un ángulo de 90º respecto al abdomen y retirar el prepucio. Pedir al paciente que colabore haciendo fuerzas como si quisiera orinar y, en ese momento, introducir la sonda unos 20 cm. En el momento que la sonda alcance la vejiga comenzará a refluir la orina.

- Si la sonda es de las que tienen globo, insuflarla con suero o agua destilada anotando los cc que se introducen.

- Una vez finalizada la   colocación, dejar la piel    del  prepucio recubriendo el glande.

- Anotar en la historia del paciente las incidencias del sondaje, el calibre y tipo de sonda utilizado, si el tipo de bolsa de drenaje es de sistema abierto o cerrado, el volumen evacuado en el momento del sondaje y la cantidad con la que hemos llenado el globo.

En pacientes con hipertrofia prostática, puede ser muy dificultoso el sondaje porque la sonda no avanza más allá de la glándula prostática y no llega a la vejiga. En ese caso, debemos dejar la técnica en manos del urólogo.

Si la causa del sondaje ha sido una retención urinaria, no debemos dejar que la vejiga se vacíe rápidamente y de una sola vez por el riesgo de hemorragias que ello conlleva. Para evitarlo, pinzaremos de forma intermitente el tubo de la bolsa colectora. De este modo, evitaremos que la vejiga se vacíe de golpe.

Técnica en mujeres 

-   Explicar a la paciente el procedimiento a realizar y mantener su intimidad en todo momento.

-   Lavar los genitales externos, incluyendo el interior de labios mayores y menores. 

-   Pedirle  que  adopte  la  posición  ginecológica  (decúbito  supino,  con  las  piernas flexionadas y los talones apoyados sobre la cama).

-   Colocar paño estéril.

-   Con el dedo índice y pulgar de la mano no dominante separar los labios mayores traccionando suavemente hacia arriba y hacia atrás. Con la mano dominante aplicar povidona a ambos lados del meato urinario con movimientos descendentes. 

-   Limpiar el meato con una torunda seca e introducir la sonda, previamente lubrificada, con suavidad, aprovechando inspiraciones profundas de la paciente.

-   Si la orina no refluye después de avanzar la sonda unos 8-10 cm y la paciente ni está deshidratada ni ha hecho una micción reciente, cabe la posibilidad de que se haya introducido en vagina. Repetir entonces el mismo procedimiento utilizando otro par de guantes y, para evitar que ocurra de nuevo, mantendremos insertada la primera sonda.

-   Una vez conseguido el drenaje de la orina, insuflar el balón con agua destilada o suero. 

-   Anotar en la historia las incidencias, características de la sonda, de la bolsa colectora, la orina evacuada y los centímetros cúbicos introducidos en el balón.


Retirada de la sonda vesical. 

-   Explicar al paciente el procedimiento que vamos a realizar, pidiendo su colaboración. 

-   Conectar una jeringa y vaciar completamente el contenido del balón. Una vez extraído el líquido que se introdujo durante el sondaje vesical, se notará que la sonda está floja y que se puede tirar de ella.

-   Retirar la sonda suavemente y limpiar la zona genital.

-   Anotar la cantidad de orina que había en la bolsa colectora y la hora de   la retirada.

-  Vigilar las micciones posteriores y comunicar cualquier anomalía.


Cuidados   de   enfermería   en   el   paciente   con   sonda permanente. 

Es más frecuente que sean los varones, por su problema prostático, los que utilicen sonda urinaria permanente.

Los cuidados generales de una sonda permanente son: 

ƒ  Lavar las manos antes y después de manipular la sonda o cada vez que se cambie el sistema colector de orina. 

ƒ  Fijar el tubo de drenaje de la bolsa a la pierna del paciente permitiendo una movilidad adecuada. Evitar acodos u obstrucciones en el tubo de drenaje.

ƒ Explicar que la bolsa debe permanecer siempre por debajo del nivel de   la vejiga para evitar reflujo de la orina y riesgo de infección. 

ƒ  Lavar la sonda periódicamente para mantenerla permeable. 

ƒ  Limpiar la zona genital cada 12 horas. 

ƒ  Evitar desconexiones innecesarias de la sonda a la bolsa colectora para no aumentar el riesgo de infección. Es preferible utilizar los sistemas cerrados. 

ƒ Estar atentos a cualquier signo de infección urinaria: orina con sedimento, hematuria, dolor suprapúbico, fiebre, escalofríos... En caso de que alguno de estos síntomas aparezcan, se debe comentar al médico.
ƒ Cuando haya que pinzar la sonda se hará en el tubo de drenaje de la bolsa colectora y nunca sobre la propia sonda. 

El personal auxiliar participará en la instrucción al paciente para que, una vez sea dado de alta, pueda por sí mismo identificar anomalías y señales de alarma, así como llevar a cabo las manipulaciones y cuidados que requieren una sonda permanente.

Procedimiento de lavado vesical

El lavado vesical tiene como objetivo mantener la sonda urinaria permeable, ya que muchas veces tiende a obstruirse no permitiendo el vaciamiento. Este lavado puede ser intermitente o continuo.

Lavado intermitente. 

Material.

-Empapador.

-Jeringa estéril de 50 cc.

-Guantes. 

-Gasas. 

-Solución salina estéril. 

-Batea. 

-Pinzas de Kocher. 

Procedimiento. 

-Explicar al paciente lo que se le va a hacer. 

-Lavarnos las manos. 

-Colocar el empapador desechable bajo la sonda en el punto en el que se conecta al sistema de drenaje. 

-Colocar un paño estéril encima del empapador. 

-Colocarnos guantes estériles. 

-Limpiar la conexión de la sonda al tubo de drenaje con una solución  antiséptica.

-Cargar la jeringa con solución salina estéril. 

-Desconectar la sonda e inyectar la solución. 

-Retirar la jeringa y esperar por si refluye por gravedad. Si no refluye, aspirar con la jeringa. 

-Repetir la operación hasta que la sonda quede permeable.

Lavado continuo. 

Este lavado generalmente se utiliza en pacientes intervenidos de próstata o vejiga que sangran con facilidad y se prevé, por tanto, que los coágulos van a obstruir la sonda. Para estos pacientes debe usarse una sonda de tres vías. 

Material.

        - Bolsa de suero lavador de 3000-5000 cc estéril.

        - Equipo de irrigación para conectar el suero a la sonda.

- Guantes estériles.

- Sistema de drenaje abierto.

- Solución antiséptica de povidona yodada.



Procedimiento. 

-Conectar el equipo de irrigación a la bolsa de suero y purgarlo para evitar que entre aire a la vejiga.

-Pincelar la conexión a la sonda con povidona y conectar el equipo a la vía de irrigación de la sonda
 dejándolo fluir por gravedad. 

En los dos procedimientos hay que prestar atención al volumen de líquido eliminado, color, transparencia y presencia de coágulos. 

Siempre que el paciente avise de dolor comprobaremos que la sonda no esté obstruida. 

Es especialmente importante que los pacientes con lavado continuo mantengan una sonda permeable, ya que de forma permanente le estamos introduciendo líquido a la vejiga; si éste no se drena, puede producir una gran distensión vesical.

El procedimiento de lavado vesical lo realiza el DUE; el auxiliar le asiste durante la realización del mismo.

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