Patología más frecuente del aparato endocrino

Las patologías más frecuentes del sistema endocrino

 

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Las alteraciones asociadas al sistema endocrino se deben en general a la presencia de niveles anormalmente bajos o altos de una o más hormonas:

• Diabetes mellitus. 
• Hipertiroidismo. 
• Hipotiroidismo. 
• Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética. 
• Síndrome de Cushing o hiperadrenocorticismo.      

 

Las posibles causas de estas anomalías son variadas:

   Tumores o neoplasias de hormona debido a la abundancia de tejido funcional (o a la inversa), o a una falta de respuesta al mecanismo de retroalimentación negativa.

  Inflamaciones. En muchos casos están provocadas por alteraciones del sistema inmunitario.

    Desconocidas.  

Estas alteraciones pueden provocar cambios físicos con múltiples síntomas y signos (síndromes) como, por ejemplo, el bocio o el enanismo.

 La diabetes mellitus

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La diabetes es una enfermedad metabólica cuya característica principal es la presencia de niveles de azúcar en sangre por encima de lo normal.

 

Se asocia a alteraciones en la insulina ya que ésta es la principal hormona encargada de regular los niveles sanguíneos de glucosa.

Sus causas pueden ser variadas: que la cantidad de insulina producida sea insuficiente, que no actúe de modo correcto o ambas.

 

Los signos y síntomas de la diabetes mellitus
Trastorno	Órgano afectado	Signos y síntomas
Diabetes mellitus	Páncreas endocrino	Niveles altos de glucosa en sangre y orina.  Poliuria.  Aumento de la ingesta de agua.  Aumento del apetito.  Pérdida de peso.  Problemas en la retina. Trastornos renales. Alteraciones neurológicas. Coma.  Alteraciones en la circulación de la sangre

 El hipertiroidismo    

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El hipertiroidismo es una alteración endocrina derivada de una producción excesiva de hormonas tiroideas.

El origen de esta producción excesiva puede ser variado, desde un cáncer hasta una infección vírica, pasando por la enfermedad de Graves, un trastorno inmunitario o una tiroiditis.

El hipertiroidismo no suele tener consecuencias mortales aunque puede alterar la vida cotidiana de la persona afectada (anomalías en la frecuencia cardíaca), a veces debidas al propio tratamiento (uso de yodo radiactivo).

Los signos y síntomas del hipertiroidismo
Trastorno	Órgano afectado	Signos y síntomas
Hipertiroidismo	Tiroides	o Nerviosismo. Ansiedad. oEscasa o nula capacidad de concentración. Cambios emocionales. o Temblor. o Intolerancia al calor. o Pérdida de peso.  o Debilidad muscular.

El hipotiroidismo 

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El hipotiroidismo es una alteración caracterizada por la baja producción de las hormonas tiroideas T3 y T 4.

Esta escasa producción puede estar motivada por un mal funcionamiento del tiroides o del eje hipotálamo-hipófisis.

La causa habitual suele ser un trastorno inmunitario: el propio organismo «ataca» a la glándula tiroidea y la destruye.

Las hormonas tiroideas son necesarias para el desarrollo tanto físico como intelectual, de modo que su carencia en niños provoca trastornos importantes, ralentizando su crecimiento.

El hipotiroidismo puede tratarse mediante la administración de medicación, la cual debe ser mantenida toda la vida.

En caso contrario, pueden aparecer alteraciones asociadas, como problemas cardiovasculares o incluso coma.
 

Las alteraciones en el sistema hormonal se manifiestan de diferentes maneras, por ejemplo cuando se pierde mucho peso, cuando, durante la infancia, se nota un desarrollo menor al normal o cuando se percibe una pérdida de vitalidad. 

 

Los signos y síntomas del hipotiroidismo
Trastorno	Órgano afectado	Signos y síntomas
Hipotiroidismo	Tiroides	Apatía.     Inactividad. Sequedad de la piel.     Descenso en el número de pulsaciones.       Aumento de peso.

El síndrome de secreción inadecuada de la hormona

antidiurética

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El síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética (SIADH) es una alteración producida por el aumento de los niveles de hormona antidiurética.

Dicha hormona interviene en el control del balance hídrico, regulando que el cuerpo conserve el agua necesaria para el desarrollo de sus funciones. El SIADH provoca que el cuerpo tienda a retener agua, diluyendo (y disminuyendo) los niveles de sodio y otros elementos en sangre.

Las causas pueden ser múltiples, desde trastornos del sistema nervioso central a la presencia de tumores malignos.

El tratamiento suele basarse en una restricción temporal o permanente de la ingesta de líquidos y el aporte de medicación específica. Esta última medida suele adoptarse sólo si falla la primera, ya que tiene efectos secundarios. 

 

Los signos y síntomas del SIADH
Trastorno	Órgano afectado	Signos y síntomas
Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH)	Hipófisis	Acumulación de agua. Anorexia, nauseas, vómitos. Dolor de cabeza. Calambres. Alteraciones mentales (alucinaciones, cambios de personalidad)

 

El síndrome de Cushing

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El síndrome de Cushing, o hiperadrenocorticismo, se define como una producción excesiva de cortisol por parte de la glándula suprarrenal.

La causa más frecuente es el crecimiento anormal de la hipófisis debido a un tumor (enfermedad de Cushing). Dicho crecimiento provoca la secreción anormal de la hormona adrenocorticotropa (ACTH), encargada de la estimulación de la producción de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales. 

Otras causas pueden ser la presencia de tumores en las glándulas suprarrenales u otros lugares, o el uso de corticosteroides.

El tratamiento usual consiste en la extirpación del tumor o la restricción de la medicación. En caso de no adaptarse medidas, puede ser una alteración mortal. 

No corresponde al profesional determinar si se debe restringir la medicación de corticosteroides. Ante la presencia de los síntomas asociados a cualquier enfermedad, el profesional debe aconsejar al usuario visitar al médico para que éste decida sobre el tratamiento que se debe seguir.

 

Los signos y síntomas del síndrome de Cushing
Trastorno	Órgano afectado	Signos y síntomas
Síndrome de Cushing	Glándulas adrenales	Cara en forma de luna llena. Aumento de peso.       Edemas.     Aumento de la ingesta de agua. Aumento de la producción de orina. Hipertensión.    Debilidad muscular.     Depresión, apatía.