jueves, 26 de mayo de 2011

Sistema excretor

El aparato urinario es el encargado de filtrar la sangre de nuestro organismo y eliminar de ella las sustancias tóxicas a través de la orina. 

Está constituido por:

- dos riñones;

- dos uréteres;

- vejiga urinaria;

- uretra

 




Anatomía del aparato urinario


Tomado de “Diccionario MOSBY de Medicina y Ciencias de la Salud”, Editorial DOYMA LIBROS, S.A.


 


4.3.3.1. Riñón.


Nuestro organismo cuenta con dos riñones, situado uno a cada lado de la columna vertebral. El riñón tiene forma de habichuela y mide aproximadamente 11 cm de largo, 6 cm de ancho y 2.5 cm de grosor. Su superficie es lisa y finamente granulada y se encuentra cubierta por una cápsula fibrosa.


En la mayoría de las personas el riñón derecho se sitúa en una posición algo más inferior que el izquierdo.


En un corte frontal del riñón distinguimos:


Corteza: es la parte exterior del riñón.


Médula: es la parte interna del riñón. Está constituida por formaciones cónicas: las pirámides de Malpighi.


Pelvis renal: tiene forma de embudo y de ella parte el uréter.





 


Corte frontal del riñón


Tomado de “Diccionario MOSBY de Medicina y Ciencias de la Salud”, Editorial DOYMA LIBROS, S.A.


  


La unidad funcional del riñón es la nefrona; cada riñón contiene 1.25 millones de ellas.


La nefrona está compuesta por un corpúsculo renal (donde se halla el glomérulo) y túbulos renales, donde se encuentra el asa de Henle.


La función de los riñones es la producción y eliminación de la orina.


 


 


4.3.3.2. Uréteres.


Es también un conducto par; es decir, tenemos dos, uno por cada riñón. Cada uréter mide, aproximadamente, 30 cm de largo y es el encargado de transportar la orina desde el riñón a la vejiga.


En su unión con el riñón, el uréter se dilata formando la pelvis renal, que tiene forma de embudo.


Los uréteres desembocan en la pared posterior de la vejiga urinaria.


 


4.3.3.3. Vejiga urinaria.


Es un órgano hueco de naturaleza muscular que se sitúa en la pelvis, detrás del pubis.


Su función es la de almacenar la orina hasta que es eliminada al exterior a través de la uretra.


 


4.3.3.4. Uretra.


La uretra es una estructura de forma tubular que drena orina desde la vejiga hacia el exterior.


En las mujeres mide, aproximadamente, 3 cm de largo y se sitúa por delante de la vagina. En los hombres mide, aproximadamente, 20 cm y atraviesa el centro de la glándula prostática y el pene y les sirve de conducto para la expulsión del semen durante la eyaculación y para la expulsión de orina durante la micción.


 


4.3.3.5. Fisiología del aparato urinario.


La función principal del aparato urinario consiste en filtrar la sangre, como si de un colador se tratara, para extraer de ella las sustancias tóxicas y eliminarlas a través de la orina:


La sangre llega al riñón a través de la arteria renal, que se ramifica sucesivamente hasta dar lugar al corpúsculo renal.


A medida que la sangre fluye por este ovillo de capilares, se filtran agua, electrolitos y moléculas orgánicas. Esta filtración es posible gracias a la presión sanguínea.


Aproximadamente el 98% del filtrado se vuelve a reabsorber, quedando el 2% restante convertido en orina que es eliminada. El proceso de reabsorción es regulado por mecanismos hormonales (hormona antidiurética ADH, aldosterona,...) que son los encargados de dictar las pautas; por ejemplo, en situaciones de deshidratación, la orina está muy concentrada porque aumenta la reabsorción de agua como mecanismo compensador.


La orina va a la pelvis renal y, de ahí, al uréter. Posteriormente, llega a la vejiga donde se almacena.


Cuando en la vejiga hay acumulados entre 200 y 300 cc de orina, se transmiten impulsos nerviosos que producen la sensación de micción.


El mecanismo de emisión de orina se inicia con la relajación voluntaria del músculo esfínter externo de la vejiga. Rápidamente, se produce relajación refleja del esfínter interno y la salida de la orina a través de la uretra.


 


4.3.3.6. Características de la orina.


En este apartado, veremos cuáles son las principales características físicas de la orina y su composición.


Características físicas.


En condiciones normales, la orina es de color amarillo pálido, pudiendo cambiar de color en situaciones de enfermedad porque contenga sustancias que la tiñan: sangre (en ese caso se llama hematuria), bilirrubina (en ese caso se llama coluria),...


El olor de la orina es especial pero no desagradable y con el reposo se hace amoniacal.


Composición.


El 95% de la orina es agua que contiene disueltas distintas sustancias:

- Productos orgánicos resultado del metabolismo proteico (urea, ácido úrico,...)
- Productos inorgánicos: sodio, potasio, bicarbonato, fosfatos, cloruros,...
- Hormonas.
- Pigmentos.
- Otros: glucosa, albúmina, células sanguíneas, bacterias,...
  

4.3.3.7. Patologías más frecuentes del aparato urinario en el paciente geriátrico.


Cistitis: Infección de la vejiga urinaria. Generalmente los microorganismos que la provocan provienen de la uretra y ascienden a la vejiga. Se caracteriza por el llamado síndrome miccional = disuria (micción dolorosa), polaquiuria (micción muy escasa y frecuente) y tenesmo (sensación de vaciado incompleto tras la micción).


Es más frecuente en mujeres por ser la uretra de éstas de menor longitud que la de los hombres.


La cistitis puede acompañarse de inflamación uretral o uretritis.


Litiasis: Es la presencia de cálculos en la vía urinaria. Los cálculos se producen por cúmulo de sustancias que cristalizan. Pueden ser lo suficientemente grandes como para provocar una obstrucción al flujo de orina; o lo suficientemente pequeños como para atravesar la uretra y eliminarse. La litiasis puede no dar molestias o puede ser causa de un gran dolor que es lo que llamamos cólico nefrítico.
Insuficiencia renal: Es el fracaso de la función renal. Trae como consecuencia una disminución en la formación de orina, con incapacidad para eliminar las sustancias de desecho y mantener un correcto equilibrio de electrolitos (sodio, potasio...)
La insuficiencia renal puede ser:
Aguda: de instauración rápida y generalmente debida a infecciones graves, obstrucción severa a la salida de orina o problemas circulatorios.
Crónica: de instauración progresiva y, en sus estadios finales, puede requerir el sistema de diálisis, que puede hacerse a su vez mediante dos procedimientos:
- Hemodiálisis: se extrae sangre del paciente que va pasando por un sistema de riñón artificial” para eliminar los productos de desecho. Una vez la sangre es depurada, reingresa de nuevo a la circulación sanguínea del paciente.
Generalmente, se hacen tres sesiones por semana, cada una con una duración de 3-4 horas.
- Diálisis peritoneal: consiste en la introducción de un líquido en el abdomen del paciente que consta de sustancias necesarias que deben absorberse. Por un mecanismo de diferencia de presión, el peritoneo absorbe las sustancias útiles de este líquido que pasan a la circulación sanguínea y expulsa a él por el mecanismo inverso las sustancias de desecho. Finalmente se extrae el líquido al exterior a través de un trócar.
Incontinencia urinaria (IU): Definimos la incontinencia urinaria (IU) como “la pérdida involuntaria de orina demostrable objetivamente, producida en un momento y lugar no adecuados, y que provoca en la persona que la sufre un problema higiénico, social y psíquico, así como una importante limitación de su actividad laboral, educacional, familiar e individual” (Martínez Agullo, E. et al, 1994).
Es falsa la idea de que la IU sea algo normal fruto del envejecimiento del organismo, aunque sí es cierto que los cambios producidos por él predisponen a ella; tanto es así, que la IU se considera, por su alta prevalencia, como uno de los grandes síndromes geriátricos.
En condiciones normales, la presión de la uretra es mayor a la de la vejiga y la vejiga sólo se contrae durante la micción invirtiendo este gradiente de presión. En general, la IU se produce cuando la presión de la vejiga en su fase de llenado supera a la de dentro de la uretra.
La IU trae consecuencias negativas sobre distintos aspectos de la vida del anciano:
- En el ámbito físico, favorece la aparición de úlceras e infecciones.
- En el terreno psicológico, produce dependencia, depresión, tendencia al aislamiento y pérdida de la
  autonomía.
- En lo económico, supone un aumento de los costes, más ingresos hospitalarios y más prolongados
  por aparición de un mayor número de complicaciones.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario